Reseña:
Deleuze, Gilles. Nietzsche. Cuidad Autónoma de Buenos
Aires: Cactus, 2019, 96 p.
I. Cuestiones históricas de la obra Nietzsche.
Los primeros traductores de Nietzsche, obra de Gilles Deleuze, fueron Isidro Herrero y
Alejandro del Río para Arena Libros de España, en el año 2000. Libro difícil de
conseguir. Actualmente, gracias a la Editorial Cactus, Nietzsche puede ser nuevamente encontrado, con una nueva traducción
a cargo de Pablo Ires. Un verdadero lujo para cualquiera que se interese en el pensamiento
de Nietzsche y de Deleuze.
Recordemos que en 1962 sale publicado Nietzsche y la filosofía, libro extenso,
de enorme profundidad y originalidad, en
el cual Deleuze muestra toda su genialidad y su manera particular de leer a los
autores. Nietzsche como autor de la fuerza afirmativa contra la negación
hegeliana, tal interpretación, le valió muchas críticas. El Nietzsche de
Deleuze se relacionado con un vitalismo radical relacionado con Spinoza, además
la del filósofo que ha llevado hasta las últimas consecuencias la crítica kantiana
y la cuestión esencial, la de ser un pensador de la diferencia.
Tres años después de ese libro, en 1965, Deleuze colabora
en una colección de iniciación a la filosofía, escribe Nietzsche. Obra en la que el filósofo francés busca mostrar la
unión entre la vida y el pensamiento del autor alemán. Escrito breve que aborda
la vida y la filosofía, tocando conceptos esenciales de la producción
nietzscheana, con citas extraídas de sus libros.
La obra Nietzsche
se inscribe en el llamado “periodo monográfico” de Deleuze. Es el momento en que
escribe sobre Hume, Spinoza, Bergson y otros autores. Todavía no aparecerían
sus grandes obras sobre ontología, política y estética. En este aspecto, Nietzsche es una obra que sirve para
entender las tesis centrales de la interpretación de Deleuze sobre el autor de Así habló Zaratustra, libro que no
pierde rigurosidad por su extensión, ni mucho menos por ser un texto de
iniciación filosófica. La obra en sí, podría decirse que es el hermano menor de
Nietzsche y su filosofía, ya que Nietzsche trata de condensar en pocas
palabras lo que Deleuze había escrito en el extenso libro del 62.
II. Deleuze y el libro del año 1965: Nietzsche.
Vida.
Deleuze inicia su libro recordando las tres
metamorfosis mencionadas por el autor alemán en Así habló Zaratustra: la del camello, la del León y la del niño. Esto
sirve para justificar la unidad que existe entre el pensamiento y la vida de
Nietzsche. La del camello, cargada por la historia como profesor, la intimidad
con Wagner y sus “últimos fardos”, la del nacionalismo y cierta simpatía por
Bismarck. Es así que el León empieza a rugir, comienza a despreciar a Alemania.
Con El nacimiento de la tragedia,
Nietzsche inicia su camino, cuatro años después en La cuarta intempestiva ya muestra sus reservas sobre Wagner. El
autor alemán se interesa por las ciencias positivas. Su salud se ve afectada,
lo que lleva a cambiarlo de hábito. Y con ello su alejamiento de Wagner.
Desde 1878 comienza la vida viajera, va de Suiza a Italia
y al Sur de Francia. A veces solo, a veces con amigos. Con la etapa del León,
aparece la crítica a los valores, con Humano,
demasiado humano. La enfermedad se
vuelve insoportable. Pero a pesar de eso, la enfermedad no fue inspiración para
la filosofía nietzscheana. Al contrario, es un punto de vista sobre la salud y
en la salud un punto de vista sobre la enfermedad. A eso, Nietzsche, según Deleuze,
lo llama el desplazamiento de las
perspectivas. Entre 1883 y 1885, escribe los cuatro libros del Zaratustra. El León comienza a devenir.
Con el libro la crítica es llevada a otro nivel, la crítica se convierte en un
arma para la “transmutación” de los valores. Es la del devenir-niño. Con todo
eso, el autor alemán pasa por varias cuestiones, sus amigos se alejan, su
hermana, Elizabeth, se casa con un proto-nazi y vive en Paraguay. Pero llega el gran
año, dice Deleuze, en 1888 aparecen: El
crepúsculo de los ídolos, El caso
Wagner, El Anticristo, Ecce Homo. La facultad creadora de
Nietzsche está en lo más alto, el último impulso antes del hundimiento.
El cuadro clínico de Nietzsche empeora, el arte del desplazamiento de perspectivas ya falta,
la enfermedad se confunde con el final de su obra. La última bufonada. Su
hermana se encarga de cuidar de él, de la difusión de su obra y organizar el
Nietzsche-Archiv. Pero, en palabras de Deleuze, no fue merito suficiente para
desdibujar la figura de su hermano y acercarlo al nacionalsocialismo. La
suprema traición.
Filosofía.
Nietzsche representa una nueva imagen del pensador y
del pensamiento. Un pensador que interpreta
y evalúa. El intérprete es un médico
y evalúa los síntomas. El filósofo del porvenir. Para Deleuze, Nietzsche es un
pensador que busca la unidad del pensamiento y la vida. Que el pensamiento afirme la vida y que la vida active el pensamiento. La filosofía para
Nietzsche se encargó de juzgar la vida, de condenarla, volverla enferma, débil,
deviniéndola conservadora. La filosofía así transporta pesados fardos morales y
culturales. Teniendo como causante a Sócrates el gran juzgador de la vida y
siguiéndolo, Kant, ya que su crítica no llego a cuestionar el ideal del
conocer, las pretensiones de moralidad, ni la naturaleza y el origen de sus
valores, se quedó a medio camino. Esto se prolonga en la dialéctica, que
utiliza los mismos trucos, recuperando propiedades alienadas del hombre. Una
vida disminuida y un pensamiento mutilador.
La apuesta de Nietzsche, en palabras de Deleuze, es
romper con aquello que enferma la vida, que lo vuelve impotente. Devolver al
hombre la fuerza vital. Después de la muerte de Dios, asecha el nihilismo y con
ello los contagiadores del resentimiento y la mala conciencia. Aquellos que
buscan ocupar el trono dejado por Dios, pero nada más para reproducir lo mismo.
La lectura que hace Deleuze resume las tesis esenciales de Nietzsche, centradas
en la afirmación de la vida, el combate feroz con el nihilismo reactivo, apostando
por una filosofía ligera, danzarina y afirmativa.
El filósofo francés menciona cuatro contrasentidos que
pueden ayudar a todo lector de Nietzsche a no caer en trampas que puedan
desviar la fuerza de la filosofía nietzscheana. En primera instancia, la mala
interpretación que se hace de la voluntad de poder, entendida como voluntad de
dominación, “querer dominar” o “querer el poder”. La voluntad de poder tiene
como principio la plasticidad y creación de nuevos valores. Consiste en crear y dar. En segunda instancia, cuando Nietzsche habla de los fuertes y
débiles, no se refiere a ningún régimen social que se impone sobre otros. Se
refiere a las fuerzas que engloban a ambas, los débiles se apropian de la
fuerza, contagiando de resentimiento y mala conciencia; una fuerza reactiva. En
cambio, los fuertes afirman la voluntad de poder, dicen un Sí a la vida, transmutando los valores. Las fuerzas se vuelven
activas. La tercera instancia se refiere al eterno retorno, creer que se trata
de una idea antigua, griega, babilónica o hindú. Pensar que se trata de un
ciclo o de un retorno de lo Mismo. Y en última instancia, pensar que las obras
finales de Nietzsche son excesivas o descalificadas por la locura. Después de
pasar por la filosofía nietzscheana, Deleuze hace un recuento del bestiario y
los personajes que utiliza el alemán, con la explicación de cada una de ellas y
el lugar que se les da dentro de la filosofía. Para pasar a una selección de
textos donde Deleuze muestra el sustento bibliografía de su hipótesis de
lectura, su importancia y su fuerza.
Para concluir,
el pequeño libro es una gran introducción al pensamiento nietzscheano. Para
nosotros lectores paraguayos, Nietzsche
puede ayudar a desmitificar ciertas interpretaciones ya desfasadas respecto a
su filosofía, por citar algunas: la lectura biologicista, centrada en la
relación Darwin-Nietzsche, las lecturas pseudo-políticas que tratan de ubicar a
Nietzsche como un pensador conservador e irracionalista y la lectura pesimista
y reactiva de la fauna nihilista. Con todo esto, Deleuze nos invita a leer a
Nietzsche como un pensador de las fuerzas activas, crítico acérrimo de las
costumbres que esclavizan y nos vuelven débiles, un pensador que va más allá de
la política convencional. La gran enseñanza que nos puede dar el libro es
pensar una ética de la vida, inmanente y una política que cuestioné el modelo
imperante, el retorno de las fuerzas reactivas. Por suerte, ya existen algunos
lectores paraguayos que entendieron el mensaje y piensan en Nietzsche como
clave para cuestionar lo cotidiano, lo cultural y lo político. Nietzsche obra de Deleuze, es uno de
ejemplos de la gran interpretación francesa de los 60 que actualmente llega a
nuestras manos. No podemos desecharla.
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